lunes, 26 de septiembre de 2011

Un sábado de cultura y diversión en palavecino

21 años de actividad debajo de un árbol abuelito de ¡200 años!
Por María Lovera

Después de la grata visita a los vecinos de Almariera, nos dirigimos a celebrar con alegría los 21 años de “Contemos bajo la Ceiba” junto a nuestros amigos del Ateneo de Cabudare.

Contemos bajo la Ceiba es un programa dirigido a niños, niñas y en general a la familia que se viene efectuando con constancia, perseverancia y mucho amor cada domingo al final de la mañana (como para no tener excusa para faltar a esta cita cultural).

La celebración se realizó en torno a la exposición de juguetes de madera del artesano Aníbal Uzcátegui y estuvo animada por Ramoñón y Polly, amigos de la casa. ARMAR Y DESARMAR es el nombre de esta muestra que nos encantó porque viene llena de árboles, peces, animales extintos como los dinosaurios, aves, monos… figuras de rompecabezas de muchos y brillantes colores para estimular la imaginación y desarrollar las habilidades de los pequeños. Ojo, a los adultos no nos está prohibido disfrutar de esta actividad. 

Jugar con nuestros hijos es iniciar esa comunicación que va más allá de los regaños, consejos, órdenes cotidianas. Al jugar, padres e hijos entran en otra dimensión, se conocen mejor, se entienden más. Con esta exposición los amigos del Ateneo de Cabudare nos muestran la importancia del juego compartido, con Contemos bajo la Ceiba nos muestran la importancia del cuento compartido, de la familia integrada en el arte, el juego, la cultura.

Desde El Baúl de Jacinto enviamos un abrazo y una gran felicitación para Benjamín Terán, Ana Magaly Bracho, María Elena Rojas y el resto del fabuloso equipo del Ateneo de Cabudare. 

Un sábado de cultura y diversión en Palavecino

Almariera se viste de cultura y tradición
Por María Lovera

De camino a casa, nos sorprendió una gran bandera de Venezuela atada a una de esas rejas que ahora cercan la libertad de los transeúntes en las urbanizaciones de Palavecino. Nos acercamos y vimos un altar con ofrendas y un grupo de personas muy atareadas, un niño vestido de frac y pumpá, otros de hayamanes y niñas vestidas con nuestro traje folclórico.

La sana y productiva curiosidad nos impulsó a acercarnos y preguntar: ¿qué es todo esto?
Pues la respuesta fue una invitación a disfrutar de una tarde cultural en una de las calles cerradas de la Urbanización Almariera. Aceptamos la invitación, lo que nos permitió conocer el trabajo de un grupo de personas que se están dedicando a enseñar distintos aspectos de nuestra cultura y folclor a un grupo de niños de distintas edades, que no sólo provienen de la urbanización Almariera sino también de Las Mercedes, Los Rastrojos, Los Yabos.

El Consejo Comunal Alma Riera y el Grupo de Oraciones, conformado por un conjunto de mujeres (no vimos ningún caballero cerca, pero no dudamos en que alguno colabore con ellas)  se han dado a la feliz tarea de promover nuestras tradiciones, bajo la dirección de Nancy Piñango, Vocera de Cultura, profesora jubilada, con maestría en Cultura Popular y bailadora eterna.

También hablamos con Mary Paradas Vocera de Hábitat y Vivienda, mano derecha de la Profesora Nancy, quién nos demostró el entusiasmo y convicción que le imprime a esta labor.  Ellas trabajan con el auspicio de Concultura. Introducen su proyecto cada año y luego rinden los churupitos para poder trabajar todo el año con estos niños, que felizmente están conociendo a su país a través de las tradiciones, la música, el baile y sus mitos.


Temas como “Tejido de garrote”, “Máscaras de Zaragosas”, “Baile de Tamunangue”, “Baile de las Turas”, “Baile de Zaragosas” “Cruz de mayo”, “Parranda de San Pedro” son ya conocidos para esta comunidad de niños, niñas y adolescentes, que seguramente tendrán una visión más completa de lo que es ser venezolano, valores sociales firmes y una visión de futuro engrandecida.